Pasión por la música y filosofía del audio

La música ha formado una parte importante en mí desde mi infancia, comenzando como parte de mi educación para mi formación como intérprete de saxofón y contrabajo, desarrollo que no concreté ya que no era exactamente lo que buscaba. Sin embargo siempre estuve en constante motivación y asombro escuchando atentamente aquellos temas que me resultaban interesantes, construyendo de a poco mi librería personal a lo largo de los años

Naturalmente mi personalidad metódica y técnica se inclinó por la parte más tecnológica de la música, el mundo audiófilo, en especial en productos de auriculares intra-oído. Comenzé con productos muy económicos sin conocimiento, con los años fui adquiriendo experiencia y criterio para evaluar la solidez de distintas marcas y modelos.

Mi aprendizaje en el análisis del audio me ha enseñado algo muy importante que no se dice claramente: no es suficiente con análisis objetivos de auriculares para determinar si son adecuados o no para uno. En mis análisis son importantes la experiencia y satisfacción que uno puede obtener en un amplio rango de géneros musicales e instrumentos, donde un auricular puede variar mucho su desempeño dependiendo de las preferencias musicales. Todo esto añade una barrera de complejidad y personalización, posible de resolver con una refinada metodología.

Biblioteca musical

Con más de 1.700 temas, mi universo musical descansa sobre cuatro pilares: la música electrónica, las bandas sonoras de videojuegos, J-Pop/Vocaloid y música clásica estilo barroco.

La mayor parte de mi colección está dedicada a la intensidad y complejidad de la escena electrónica sobre todo japonesa, abarcando muchos géneros desde el Artcore, Hard-Techno, Breakcore, Chiptune, Drum and Bass, hasta la enorme variedad de temas provenientes de juegos de ritmo como jubeat, SOUND VOLTEX y maimai. Mis artistas referentes son Sota Fujimori y Tsubusare BOZZ, y sus producciones, llenas de capas, velocidad y texturas sintéticas, son experiencia más sólida para evaluar la resolución técnica, la velocidad y separación instrumental de cualquier auricular.

El segundo pilar son las bandas sonoras. Compositores como Toby Fox (Undertale, Deltarune), Damjan Mravunac (The Talos Principle) y otros artistas de juegos como OMORI, TEVI y Last Command, me permiten analizar la capacidad de un IEM para generar una atmósfera inmersiva, evaluar la escena sonora (soundstage) e imagen (imaging).

En tercer lugar mi librería está dedicada al J-Pop donde se destacan cantantes como Reol, Yunomi y Toromiseyasan. También se incluye un género específico de Vocaloid y UTAU, donde las voces sintéticas y la creatividad de productores como Giga-P o PinocchioP ponen a prueba la naturalidad y la presencia de las frecuencias medias, así como la tolerancia a posibles puntas de intensidad de frecuencia en la banda de medios-altos.

Aunque en menor medida, mi biblioteca se complementa con música clásica y orquestal (Bach, Vivaldi), que utilizo para evaluar el timbre de instrumentos acústicos, y una selección variada de rock, pop y otros géneros que me aseguran mantener una perspectiva musical amplia.

Trayectoria de productos analizados

A continuación describo una lista de todos los auriculares relevantes que he tenido a lo largo de varios años, junto con comentarios y reflexiones interesantes en mi aprendizaje dentro del mundo audiófilo.

  1. Superlux HD668b: